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Hubo a principios del Siglo XX un pianista que se malganaba la vida tocando por la noche en los burdeles para amenizar la elección de los clientes y que, sin saberlo, fue pionero en el arte que hay en la música de cine. Con seguridad no fue el único, debieron ser varios, todos anónimos pero todos inventores de la música en el cine.
Me gusta explicar esta historia imaginada cuando me preguntan por los orígenes de la música en el cine, y gracias a la promoción de mi libro Música en el cine me lo están preguntando. Y además estoy convencido de que es cierto, que la música de cine la inventaron los pianistas de lupanar: algo después de que en las barracas se exhibieran películas a palo seco, como simple espectáculo visual, y antes de que se crearan partituras ex profeso para ser tocadas en directo (en condiciones bien diversas según los lugares) hubo un período de tiempo y un montón de proyecciones en las que se dejaba al libre albedrío o con indicaciones genéricas qué música había de acompañar el filme (porque para la gente en ese momento la música debía ser un mero acompañamiento).
Tocar el piano en una barraca o sala sucia estaría pésimamente pagado, así que es razonable suponer que quienes aceptaban esos escasos dineros en las mañanas y las tardes los debían complementar en sus noches en burdeles, tan abundantes en aquellos tiempos, o antros varios. Estoy seguro que entre estos músicos del hambre hubo uno o muchos que algún día descubrió lo que ocasionaba cambiar la manera de tocar el piano en una escena con respecto al día anterior. Cambio en la música, en la escena y consecuentemente también en la reacción del público: una escena de amor el lunes muy inocente, el martes apasionada, el miércoles tristona y el jueves cómica...
Ese pianista se dio cuenta que era él (o ella) quien completaba la película y que era quien decidía cómo iba a verla la gente, una película que, de algún modo, estaba haciendo suya. A muchos pianistas esto les daría exactamente igual, pero es imposible que no hubiera otros que comenzaran a amar tocar frente a películas y, por fin en sus vidas, sentirse parte importante de la satisfacción de las gentes. Ese fue el auténtico nacimiento de la música de cine como elemento dramatúrgico y narrativo, y desde hace 120 años la música de cine no es para acompañar las películas, aunque 120 años después tanta gente lo siga creyendo. Yo creo que son a ese o a esos pianistas de lupanar a quienes hay que reconocer como pioneros anónimos y por ello les dedico estas palabras de agradecimiento, porque sé que si yo fuera pianista de lupanar en los albores del Siglo XX amaría inmediatamente el arte que se hace con la música en el cine como amo el que se sigue haciendo desde aquél entonces.
Maravillosas noticias de la editorial Saimel: se publica un doble volumen, en venta conjunta, dedicado a Elmer Bernstein. Su autor es Juan Ignacio Valenzuela, que tiene en su haber el formidable ensayo Georges Delerue. De la Nouvelle Vague a Hollywood (19), al que en su día dedicamos dos artículos.
El nuevo libro, Elmer Bernstein, melodías de Hollywood (671 páginas. 33 €), tiene el siguiente índice:
PRÓLOGO por Christopher Young
PROEMIO por David Spear
MAKING OF
SECUENCIA 1. ELMER BERNSTEIN Y LA MÚSICA
CINEMATOGRÁFICA
Escena 1. Elmer Bernstein y la música cinematográfica
Escena 2. ¡Qué vienen los jefes! Su relación con productores y
directores
Escena 3. Método de trabajo
Escena 4. Orquestación
Escena 5. El subyugante embrujo de las Ondas Martenot
Escena 6. La familia profesional de Elmer Bernstein
Escena 7. Song by Elmer Bernstein
Escena 8. Elmer personal
SECUENCIA 2. FOTOGRAMAS DE UNA VIDA
Escena 9. Ha nacido una estrella en el cielo de Nueva York
Escena 10. Recuerdos de guerra y posguerra
SECUENCIA 3. LOS AÑOS CINCUENTA: LEJANOS ECOS
DEL STAR SYSTEM
Escena 11. That’s Entertainment! Su entrada en la Meca del Cine
Escena 12. Tras las huellas rojas: Elmer Bernstein en la lista gris
Escena 13. Trabajando para unos genios: Charles y Ray Eames
Escena 14. Vagando por el desierto del Sinaí: Los Diez
Mandamientos (1956)
Escena 15. El hombre del brazo de oro (1955): Jazz para un
drogadicto
Escena 16. All that jazz
Escena 17. Elmer Bernstein y Anthony Mann: Men in Love
Escena 18. Música y lágrimas
Escena 19. Transitando nuevos caminos: Elmer Bernstein en la
televisión de los años cincuenta y sesenta
SECUENCIA 4. LOS AÑOS SESENTA: LA SOMBRA DE UN
GIGANTE
Escena 20. Young Musicians Foundation
Escena 21. The Hollywood Connection: Relaciones que marcarían
una obra
SECUENCIA 5. LOS AÑOS SETENTA... AÑOS DE LUCHA,
AÑOS DE INCERTIDUMBRE
Escena 26. La mano izquierda de Dios. Sus años al frente de la San Fernando Valley Symphony Orchestra
Escena 27. David vs. Goliath: Crónica de una rebelión
Escena 28. El cine de los años setenta
Escena 29. England Made Me: Elmer Bernstein en el cine inglés
Escena 30. La edad de platino de la televisión estadounidense
Escena 31. Un nuevo reto escénico: True Romances (1977)
ÍNDICE DE OBRAS (VOL. I)
SECUENCIA 6. LOS AÑOS OCHENTA: LA COMEDIA DE LA
VIDA
Escena 32. Bernstein y Landis: Entre pillos anda el juego
Escena 33. Los mundos fantásticos de Ivan Reitman
Escena 34. El rey de la comedia
Escena 35. La conexión hispalense: Sevilla seduce a la familia
Bernstein
Escena 36. No todo son risas: Dramas y partituras rechazadas
Escena 37. Elmer, irlandés honorario
SECUENCIA 7. HACIA NUEVOS HORIZONTES: EN
CAMINO HACIA LA ETERNIDAD
Escena 38. El magisterio de Elmer Bernstein: Años de Universidad
Escena 39. Martin Scorsese y Elmer Bernstein: Goodfellas
Escena 40. Sonrisas y lágrimas: la dignidad del creador
Escena 41. “Muchas gracias, señor Bernstein… pero no es la música que busco para mi película”
Escena 42. Cerca del cielo
EPÍLOGO por Todd Haynes
ANEXO I. Elmer Bernstein en el mercado discográfico
ANEXO II. Querido Elmer… Tus compañeros no te olvidan
ANEXO III. Memorias de…
ANEXO IV. OBRA
ANEXO V. DISCOGRAFÍA SELECCIONADA
ÍNDICE DE OBRAS (VOL. II)
BIBLIOGRAFÍA Y WEBS
