Una banda de ladrones intenta realizar un enorme robo al Tesoro de Estados Unidos para hacerse con un botín de 600 millones de dólares mientras un huracán se acerca al lugar...
Esta no es más que otra de tantas creaciones con estupenda producción que intenta solapar su completo vacío de originalidad o de ideas. Es otro ejemplo de cuando la música es empleada para rellenar huecos sonoros, y funciona de modo programada, mecánica y rutinaria. Ninguno de sus temas tiene el más mínimo interés, pues es una mera imitación de tantas otras músicas, y cuando el compositor intenta insertar elementos dramáticos roza lo patético.