Un hombre abre un restaurante y contrata a un grupo de abuelas como chefs.


El compositor juega las bazas del sentimentalismo y edulcoramiento con elegancia, con temas cálidos en las que hay importante presencia de la música italiana, aunque no únicamente. Es variada en melodías, algo superficial y más emocional que dramatúrgica o narrativa, pero cumple con los propósitos y aporta belleza y simpatía.