Tanto hay de Harold Faltermeyer en esta banda sonora que se hace lamentable que no haya sido él el compositor de la banda sonora de esta secuela. Es, como no podía ser de otra manera, una banda sonora impregnada del sonido de los años ochenta, con la reutilización de prácicamente toda la música del filme original y algunos de la segunda parte. Todos son versionados y actualizados con remezclas, pero sin embargo también hay música original, de Balfe, temas de acción con orquesta sinfónica y voces, que están en absoluta sintonía con el sonido Faltermeyer pero que marcan la gran diferencia y justifican el cambio de compositor.