Una mujer es reclutada contra su voluntad para ser adiestrada por el servicio de seguridad ruso en el espionaje. Su primer objetivo es un funcionario de la CIA que dirige la infiltración más confidencial de la agencia en la inteligencia rusa.
El compositor aplica una banda sonora en dos niveles dramáticos claramente diferenciados: en primer lugar, música sinfónica de aires clásicos para dotar al contexto histórico de trascendencia y de relevancia. Esta es una música elegante, refinada e imponente. En contraste, y en segundo lugar, músicas para la tensión y las acciones, muy pegada al ritmo y a los acontecimientos relatados y que aporta tensión, dinamismo y sensación de peligro.