Usuario: Mikel C.G Siw
Fecha de publicación: 30.01.2019
Me alegra que la saga de MISIÓN IMPOSIBLE se mantenga en tan buena forma. Ya van seis películas y la atracción no ha disminuido lo más mínimo. En este nuevo film, Cruise y sus socios tendrán que agudizar nuevamente sus instintos para vencer a unos malvados realmente temibles. Plagada de brutales escenas de acción y con un ritmo vertiginoso, FALLOUT se revela al instante como una de las mejores entregas de la franquicia. Christopher McQuarrie tomó las riendas en la anterior película, ROGUE NATION, y es justo decir que cumplió con lo esperado. Aunque había aspectos que podían mejorarse, sobre todo una dirección demasiado encorsetada si se la compara con la magistral puesta en escena que Brad Bird efectuó en GHOST PROTOCOL. Gracias a Dios, McQuarrie ha espabilado y ha pulido con acierto las carencias de ROGUE NATION. Ahora la historia es mucho más atractiva y el film está dirigido de manera sensacional. FALLOUT es, en definitiva, un grandísimo entretenimiento de acción que ofrece un espectáculo maravilloso. Una película potentísima e inteligente, con momentos de puro shock. Esta es una saga con un futuro esperanzador; pues sus virtudes brillan con enérgica precisión. Me alegro por Cruise y por toda la banda; están estupendos y seguramente volverán con más aventuras. Espero que mantengan el nivel de calidad.
Centrándome ahora en el score de Lorne Balfe, la verdad es que me parece bastante mediocre. Es, con total seguridad, la banda sonora más fétida de toda la saga y el peor elemento dramático del film. Danny Elfman compuso una pieza excéntrica y muy estimulante en la primera película. Zimmer, por su parte, creó una partitura moderna y roquera para la segunda entrega. Giacchino se encargó de la música en la tercera y cuarta película. Fueron scores elaborados y dinámicos, muy eficaces en el film. La quinta entrega, y la primera de McQuarrie, contó con la música de un inspirado Joe Kraemer que personalmente me convenció. Con el regreso de McQuarrie en esta sexta película, la decisión de dejar a Kraemer fuera de la partida se me antoja incomprensible. En su lugar, tenemos aquí a un descafeinado Lorne Balfe; un autor que empezó con cosas estimables (IRONCLAD, PENGUINS OF MADAGASCAR o BEYOND TWO SOULS, por ejemplo), pero al que la inspiración no parece acompañarle en estos últimos tiempos. Su partitura para FALLOUT es realmente insípida y rutinaria. Los pasajes de acción son un despropósito y la forma en que intenta incidir en el suspense me parece bochornosa. Ni siquiera mejora en los momentos en los que aparece el tema de Lalo Schifrin; más bien se hunde incluso más, al conferirle a dicho tema un sonido mecánico que lo vulgariza.
Menos mal que el director, muy hábilmente, decide dejar sin música algunas escenas (como la impresionante pelea en los lavabos), pues al menos en esos casos las limitaciones de Balfe no son puestas a prueba. Y es que lo mejor que puede hacer este score es estarse callado.
Habrá insensatos que, ante semejante disparate musical, vuelvan a echar las culpas a Zimmer. Pero Zimmer no es el causante de esto. El daño lo hacen sus clones defectuosos; Balfe, Djawadi, Jablonsky... y toda esa tropa de vampiros que beben de la inspiración del germano para intentar seguirle a través de la reiteración. Son compositores con muy poco talento, incapaces de encontrar su propia voz (como sí hizo, por ejemplo, el gran John Powell), y por esa razón sus scores son un atentado.
Lo siento por Lorne Balfe; seguro que es un tipo muy simpático con el que poder irse de copas sin problemas. Pero como compositor de bandas sonoras es de lo peorcito que hay en la actualidad. Ha tenido oportunidades importantes en films de primera y no ha sabido (o no ha podido) aportar vida a las imágenes ni hacer que trasciendan. FALLOUT es la misma historia; música horrenda, sin carácter, sin personalidad, sin discurso. Quién sabe, quizás en realidad Balfe es tan bueno como John Williams. Pero si va a esperar a tener ochenta años para demostrárnoslo, mal vamos.