Filme de animación ambientado en un universo paralelo donde Peter Parker ha muerto y un joven de secundaria es el nuevo Spider-Man. Pero no será el único Spider Man en entrar a este universo...
El compositor participa activamente -y en primera línea- en este festín visual que es la película, con una partitura que sustancialmente divide en dos grandes niveles: la sinfónica tradicional y una moderna y electrónica. Ambas se alternan o se fusionan con el propósito de mantener al espectador sumergido en el vertiginoso ritmo del relato pero también dar un punto de transgresión e irreverencia -como pasa con el resto del filme- que no traiciona el espíritu de la saga de Spider-Man y a la vez hace de este un trabajo singular.