Nueva versión de la novela de Charles Portis, que ya fue llevada al cine en True Grit (69), sobre el sheriff Rooster Cogburn, viejo y tuerto, que es contratado por una adolescente para capturar a los asesinos de su padre.
El compositor no sigue la senda de Elmer Bernstein en el filme previo y se adentra, por el contrario, por plácidos terrenos intimistas en los que su elegante música se fusiona notablemente bien con temas preexistentes que se adaptan para recrear un entorno muy evocador. La música fluye mansamente y tiene un tono moderadamente nostálgico.