Dos amigos de toda la vida se encuentran en un callejón sin salida cuando uno de ellos decide abruptamente poner fin a su amistad, con consecuencias graves para ambos.
En su cuarta colaboración con el director, tras In Bruges (08) Seven Psychopaths (12) y Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (17), el compositor mantiene la línea de música austera, intimista, impregnada de un moderado tono de tristeza. Este filme es una comedia negra, metáfora sobre la guerra civil y el enfrentamiento entre antiguos amigos. Es oscura, trata sobre la vida y la muerte, el alcohol y su destrucción, y donde el territorio, Irlanda, se personifica en la figura de una anciana. La historia y su desarrollo es demoledor y la música funciona en buena medida como contraste, resaltando un tono sentimental pero también irónico, como si se desentendiera de lo que acontece y de lo que experimentan los personajes. Es una mirada externa pero que también cala en lo interno, en la desazón. Gira en derredor de un bello pero deliberadamente apático tema principal de nueve notas, muy reiterado, y en el protagonismo del arpa e instrumentos acústicos que aportan sonoridades etéreas que enfatizan el hastío, lo estático y el vacío existencial.