El documental se centra en la máquina expendedora que se popularizó en el siglo XX y que ofrecía comidas frescas cocinadas en un economato.
Hermosa creación con aires nostálgicos y evocadores, que en cierta manera retrotraen a las músicas de la época en que está ubicado el relato, con aromas de Hamlisch, Mancini, etc. El tema principal, de hecho, tiene mucho de Hamlisch y en sus variaciones cimenta ese tono agradable en el documental. Junto a este tema, otros para lo ambiental y lo sentimental, bellos. Se destaca también la canción (Nothing Like the Coffe) At The Automat, de Mel Brooks.