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Hoy se inauguran los JJOO de París y sería maravilloso que en la inauguración se escuchara cualquiera de los dos himnos gloriosos de John Williams para tan importante acontecimiento deportivo: el Olympic Fanfare and Theme (Los Angeles, 1984) y Summon the Heroes (Atlanta, 1996). Siendo himnos creados para los juegos de ambas ciudades norteamericanas es lógico que ahí se queden, pero como tantas cosas que ha hecho Williams en su larga e intensa trayectoria creativa han trascendido del contexto y se han universalizado. Son ambos temas tan maravillosos que aunque no sea oficialmente están inseparablemente asociados a las olimpiadas, no solo las de sus dos ciudades de origen. Obviamente por encima está la maravillosa cantata que compuso Spyridon Samaras para los juegos de la restauración, en Atenas 1896, que no fue reconocida como himno olímpico hasta 1958 pero que a partir de entonces es la bandera musical por excelencia. Pero la aportación de Williams fue excepcional y tantos años después sigue siendo muy emotiva.
En los mismos JJOO de Los Angeles 1984 Philip Glass estrenó The Olympian, también maravillosa aunque probablemente sea muy poca gente la que la recuerde o siquiera la conozca. Glass volvió a las Olimpiadas en 2004, celebradas en Atenas, con Orion, para la Olimpiada Cultural. Reunió a músicos de todo el mundo, y cada sección se tituló por países diferentes: en el estreno, el 3 de junio de 2004, participaron Ravi Shankar, UAKTI, Mark Atkins, Michael Riesman y The Philip Glass Ensemble. En la ceremonia de Barcelona 1992 fue Mikis Theodorakis quien estuvo en la ciudad condal con el solemne oratorio sinfónico Canto Olympico, eclipsado por Freddie Mercury y Montserrat Caballé con su épica canción Barcelona y, en menor medida, por la canción de Andrew Lloyd Webber Amigos para siempre» (cantada por Sarah Brightman y José Carreras).
En Barcelona fueron injustificadamente desconsiderados compositores españoles (también catalanes), una ocasión del todo perdida para dotar a la ceremonia de inaguración de identidad catalana (o española) en lo musical, aunque sí hubo momentos para mostrar aspectos de nuestra cultura, como el flamenco o los castellers. En París, a pocas horas de que comience la inauguración, se sabe de las actuaciones de Lady Gaga o Céline Dion, parece ser que para homenajear a Edith Piaf, pero poco o nada se sabe de si habrán compositores galos implicados: sería maravilloso que aparecieran Philippe Rombi, Bruno Coulais o Philippe Sarde, y auténticamente glorioso que se homenajeara a Michel Legrand o Francis Lai. Eso sí sería un triunfo olímpico que, por una vez, eclipsaría al mismísimo John Williams.
Musimagen (Asociación de Compositores para el Audiovisual) ha dado a conocer los ganadores de su séptima edición de los Premios Musimagen. En el palmarés histórico es el tercer premio para Dani Trujillo, Iván Palomares e Iván M. Lacámara, y el segundo para Vanessa Garde. La entrega oficial de los premios se realizará el viernes 18 de octubre de 2024 en la Sala Berlanga de Madrid.
Estos han sido los premiados:
1.- Mejor música original de largometraje de ficción
Ganador: Alfonso de Vilallonga (Robot Dreams)
Fueron finalistas: Alimañas (Isabel Royán), Amigos hasta la muerte (Alfred Tapscott), El cuco (Diego Navarro), El maestro que prometió el mar (Natasha Arizu), La fuga (Tuti Fernández), La Navidad en sus manos (Francisco Lorenzo), La paradoja de Antares (Arnau Bataller), Nowhere (Lucas Peire, Frank Montasell), Ocho apellidos marroquís (Vanessa Garde), Olvido (Isabel Royán), Que nadie duerma (Zeltia Montes), Recetas para sobrevivir a este Universo (Gustavo Gill), Reflejos en una habitación (Pablo Trujillo), Secaderos (Paloma Peñarrubia), Tú no eres yo (Joan Vilà), Últimas voluntades (Carla F. Benedicto) Un largo viaje (Carla F. Benedicto), Viejos (Eneko Vadillo)
2.- Mejor música original de documental
Ganadora: Vanessa Garde (Mientras seas tú)
Fueron finalistas: Aníbal. El arquitecto de Sevilla (Pablo Cervantes), Caleta Palace (Isabel Royán, José Ojeda), Cemento (José Sánchez-Sanz), El amigo de todos (Alberto García, Ana Vázquez-Silva), Emilia (Alicia Morote), I les fonts van parlar (Miquel Ros), Libres. Duc in altum (Óscar M. Leanizbarrutia), Los caballeros de Santiago (Alberto Garcia), Montesinos, las otras caras de mito (Josué Vergara), Quijote en Nueva York (Felipe Milano).
3.- Mejor música original de serie tv
Ganador: Iván Palomares, Iván M. Lacámara (Laura y sus misterios)
Fueron finalistas: En nombre de ellas (Osvaldo Montes), Entrevías (Zacarías M. de la Riva), Escándalo, retrato de una obsesión (Beatriz López-Nogales), Express (Sergio Jiménez Lacima), La casa de papel: Berlin (Lucas Peire, Frank Montasell), La mirada de Fiona (Joan Vilá) Las noches de Tefía (Arnau Vilà), Las pelotaris 1926 (Osvaldo Montes) Los Farad (Vicente Ortiz Gimeno), Pobre Diablo (Enrique Borrajeros), Se llamaba Pedro Infante (Osvaldo Montes).
4.- Mejor música original de publicidad
Ganador: Dani Trujillo (Sanex Natural Prebiotic)
Fueron finalistas: As in Life, So in Dead (Paloma Peñarrubia), Bimbo (Toni M. Mir), Chat GPT (Gustavo Gill), El Corte Inglés (Zacarías M. de la Riva) Ford (Toni M. Mir), French Film Festival (Paloma Peñarrubia), Mediolanum (Joan Vilà), Valio (Sitoh Ortega).
5.- Mejor música original de videojuego
Ganador: Víctor Riera (De-Exit: Eternal Matters)
Fue finalista: The Crown of Wu (Alexander Elósegui, Sergio Villar)
6.- Mejor música original de cortometraje
Ganador: Joseba Beristain (To Bird or Not To Bird)
Fueron finalistas: Ardiak (Marcos Cruz), El padrastro (Sitoh Ortega), Isla cero (Gustavo Gill), La cajera (Sitoh Ortega), Point Jordan (Francisco Lorenzo), Sacrilegio (Isabel Royán), Tigre místico (Joan Vilà)
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A pesar de los esfuerzos organizativos y de una considerable mejoría con respecto a las primeras ediciones, a estos premios con vocación de ser los más importantes del sector en España les queda camino para poder ser considerados de primera clase: principalmente, les hace falta que participen jugadores de primera división (Fernando Velázquez, Alberto Iglesias, Roque Baños, Federico Jusid, Olivier Arson...), ausentes por completo en unos premios en que sí participan jugadores de primera y también de segunda y hasta tercera división -categorizados así no por talento sino por relevancia-, y esas ausencias hacen imposible que puedan ser galardones mayores.
Quien se presenta para participar en unos premios es porque quiere o porque necesita ser reconocido: se constata en este año (y en todos los anteriores) viendo cómo varias personas tienen múltiples candidaturas. No hay filtro: han sido finalistas todos los que se han postulado porque quieren o porque necesitan ser reconocidos. En videojuegos tan solo dos. Eso no tiene nada de malo, pero este método es más propio de competiciones para compositores emergentes que no de lo que deberían ser los premios de todo un sector. Lo hemos recomendado varias veces e insistiremos: deberían galardonar cualquier obra creada en el año de premiación, cualquiera. Compositores celebrando y premiando a compositores, no a compositores que se han presentado. A la vez que sí podrían abrir un concurso de participación voluntaria para que pudieran acceder compositores emergentes, de cortometrajes por ejemplo.
Musimagen no hace público, o no lo hace de modo suficientemente claro, que estos premios no son globales sino participativos, lo que genera (involuntario) engaño al hacer creer que sus ganadores lo son por encima de otras obras quizás más conocidas o incluso superiores.
Tras consecutivos años de un trato desidioso, cuando no irrespetuoso, por parte de FIMUCITÉ, Musimagen ha hecho muy bien en buscar su autonomía y organizar un acto propio de premiación, lo que seguro que ayudará a que sus premios adquieran algo más de entidad. Pero los cambios que son tan necesarios para lograr ese estatus deseado se pueden y se deben hacer más rápidamente, porque estos premios son absolutamente necesarios. Es por esta razón y con esa idea con la que en MundoBSO (y somos los únicos en hacerlo) somos críticos y propositivos.
