Reseña de Eduard Furné:

Esta miniserie de siete episodios retrata las pesadillas de una reputada periodista (excelente Cate Blanchet) cuando recibe de forma anónima una novela en la que aparecen reflejados sus secretos más oscuros. La serie está narrada desde diferentes puntos de vista, según qué personaje relata la historia, y la música, a través de un cuarteto de cuerda, sumerge al espectador en un pozo de emociones cambiantes en función del narrador. Catherine, el personaje de Blanchet, posee dos temas que destacan por encima del resto, también excelentes en sus funciones:

• El de la Catherine joven: romántico, apasionado e incluso encantador e irreal, con la voz de Jillian Lavin interpretando una preciosa melodía que genera una atmósfera entre sensual y misteriosa, y que evoca en cierto modo a Morricone (interesante, pues esas escenas ocurren en Italia).
• Y el de la Catherine adulta: sobrepasada por los hechos, perdida, con un violonchelo destacado rasgando lo melancólico, que refleja la soledad que hay bajo esa apariencia de mujer de éxito.

A medida que avanzan los acontecimientos la música crece en intensidad al igual que la trama, hasta la confrontación final de personajes, y los temas convergen y enloquecen, hasta que se produce el silencio. Un silencio duro, punzante, porque la realidad que evidencian las imágenes ya no es ni apasionada ni bucólica, y no hay música que pueda describirlas. El tema de la Catherine adulta cierra el relato, pero tras lo vivido, alberga algo de esperanza, una luz en el camino de una mujer que desea una segunda oportunidad.

Un relato musical notable.