Una joven muda trabaja como limpiadora en un laboratorio, en 1963, en plena Guerra Fría. Allí se enamorará de un monstruo anfibio que está recluido y que los soviéticos quieren eliminar.
Como sucede en otras películas del director, la música enfatiza la fantasía sobre la realidad. En este caso, todo gira en derredor de la protagonista, a quien el compositor le dedica el tema principal que funciona en el contraste con aquella de su entorno (que referencia la música del cine Sci-Fi de los cincuenta), y también hay música para el entorno marino.
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