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PUENTE DE LOS ESPÍAS, EL

INFORMACIÓN DISCOGRÁFICA
Compositor: Newman, Thomas
Sello: Hollywood
Duración: 48 minutos
INFORMACIÓN DE LA PELÍCULA
Título original: Bridge of Spies
Director: Steven Spielberg
Nacionalidad: EE UU
Año: 2015
ARGUMENTO

Un abogado se ve súbitamente inmerso en las entrañas de la Guerra Fría cuando la CIA le envía con el encargo casi imposible de negociar la liberación de un piloto estadounidense capturado en la Unión Soviética.

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COMENTARIO MUNDOBSO

Es inevitable recordar a John Williams o imaginar lo que hubiera hecho en caso de no haberse apartado voluntariamente de esta producción. Lo cierto es que la música de este filme recuerda bastante a Williams, pero siendo Newman un compositor de sobrada personalidad y entidad, hace obvio que Spielberg ha buscado esa sonoridad que le ha dado en tantas ocasiones Williams pero que Thomas Newman ha sabido pasar por un filtro propio, imprimiéndola con su propio sello.

Es una banda sonora que tarda en hacer su aparición en el filme y que realmente no asume funciones narrativas, sino ambientales, con inserciones secuenciales que se ocupan de momentos concretos y que, aunque contribuyen a dar un tono general de dinamismo y de tensión, no son músicas que aporten matices significativos a lo que ya está explicado en el guion literario. En algunos momentos, incluso, con cierto maniqueísmo, como cuando se da un aire de trascendencia, de énfasis, con la incorporación de coros masculinos como referente obvio a lo soviético. Hay un cariz, eso sí, de decadencia, de ocaso, que se contrasta vivamente con la música que se aplica para lo dramático, que gana espacio hasta llegar a explosionar en lo que constituye el bellísimo tema principal, en la forma de una melodía de aires elegíacos, ciertamente hagiográficos, que sirve para rendir tributo al esfuerzo y riesgo del protagonista y, también, a la superioridad moral de los Estados Unidos, que es a fin de cuentas lo que explica el filme de Steven Spielberg.

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Usuario: Patrick Isaac Flores Enciso
Fecha de publicación: 21.09.2020
a pesar de que John Williams, no estuvo presente en la pelí, Thomas Newman lo hizo bien... aunque debio mejorar algunas cosas en la banda sonora, sin duda lo hizo bien en su composición y su banda sonora no fue otra decepción.
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Usuario: (manu) Manuel Monteagudo Lopez
Fecha de publicación: 18.03.2018
Thomas Newman intentando emular a John Williams, como bien se dice aquí, pero lo cierto es que se agradece que el compositor no reniegue de su estilo notándose claramente quien está tras la producción, y de las últimas composiciones firmadas por el autor es de lo mejorcito que nos ha regalado, pese a algún que otro defecto donde se nota que la ausencia de Williams en el film. Digo esto por que si bien Williams sabe esquivar cierta pomposidad a estas alturas de la vida (anteriormente pecaba de eso en algunas ocasiones), Newman en su parte final termina recargando tanto las imágenes que no resulta nada sutil, algo a lo que las imágenes no ayudan en absoluto (me refiero al cierre de la película). Pero he de decir que el uso de la música en el resto de la cinta resulta esplendida, funcionando en sus dos vertientes, tanto la oscura (para marcar esa amenaza constante e invisible que cierne sobre América...el primer tema que suena en el film es en una pequeña persecución) como la dramática, resaltando los valores de su personaje principal y que funciona muy bien (especialmente en su primera parte, la mas efectiva por el escaso uso de la música, añadiendo a escenas que lo requieren en el momento justo). Esa dualidad entre la amenaza y los valores (americanos) es harto notable, aunque al compositor se le vaya la mano en el cierre del mismo, pero para sustituir a alguien como John Williams y salgas airoso tiene mucho merito, y Thomas Newman, como el gran profesional que es, lo consigue.Es cierto que se echa de menos a Williams pero...solo un poquito, nada mas.
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Usuario: Toni Tortosa
Fecha de publicación: 08.12.2015
Buena película de nuevo de mi admirado Spielberg -me quedo con el principio y el final-. Y correcto score (para mi un 6,5) que firma el gran Thomas Newman.

Sin embargo, personalmente creo que Spielberg necesita a Williams. Las carencias de la película -efectivamente el maniqueísmo que cita Conrado es extensible al propio Spielberg- se han hecho de notar más que nunca, por una falta de profundidad o sensibilidad en algunos temas de la banda sonora.

Considero que el silencio musical del inicio del film es exquisito, llevado con toda la intención desde los anagramas iniciales de la película. Entiendo que esto favorece la concentración del público en la sala y la presentación del propio personaje de Mark Rylance, parco en palabras pero de suma intensidad.

Y es precisamente esta psicología y saber hacer, lo que echo en falta en el resto de la película. Se evidencia la falta de profundidad por parte de Spielberg, en lo que respecta al punto de vista ruso, apoyándose incluso en clichés visuales, como la parodia de juicio rápido al piloto americano. Son frecuentes las ocasiones en las que Spielberg utiliza clichés visuales y narrativos en sus películas, e innumerables las innovaciones que ha aportado a la historia del cine. Sin embargo en esta ocasión y en mi opinión, son más estridentes. Quizás porque la película goza de buena salud en general y las pequeñas heridas solucionadas con apósitos, destacan más aún.

En este sentido, creo que en muchas ocasionas, Williams ha salvado a Spielberg, partiendo siempre del excepcional trabajo conjunto narrativo-musical que han mantenido y mantienen ambos en sus películas. La brillantez orquestal y sensibilidad de Williams, junto con esa acertada narración, a protegido a algunos de estos momentos “facilones”, dándoles más significado del establecido en el guión literario. De manera que el cliché sigue siendo cliché, pero con mucha más identidad, intención y emoción.

Recuerdo como ejemplo, la escena de Amistad, en la que John Quincy Adams (Hopkins) hace el discurso final. Es una escena tediosa, complicada y llena de matices propios de un discurso lleno de complejas referencias. La música acompaña continuamente, en un ejercicio sonoro impresionante, en el que los distintos recursos musicales se hacen cargo del significado emocional del discurso, llevándolo en volandas en un in crescendo leve. La interpretación de Hopkins es contundente, pero podemos ver clichés propios de películas de abogados e incluso edulcorantes americanizados. Sin embargo la música protege las imágenes, dando no sólo ritmo a la narración, sino también vínculos emocionales que hacen que ese trago, no sólo lo acepte el espectador, sino que además, se emocione con él.

En esta ocasión, no se trata de una mala banda sonora ni mucho menos, pero personalmente la noto algo simple tanto en lo narrativo como a veces en lo melódico.

Y entiendo que esto enlaza con el debate planteado en el ágora, sobre si la música debe ir más allá del guión literario. Seguiré aprendiendo con todo lo que comentáis.

Un saludo.
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Usuario: (ignus) Ignacio Marqués Cuadra
Fecha de publicación: 07.12.2015
Me ha gustado “El puente de los espías”. Spielberg vuelve a filmar un interesante documento inspirado en hechos históricos que, si bien no tiene el empaque o el alcance dramático de otras películas como “La lista de Schindler”, “Salvar al soldado Ryan” o incluso “Munich”, sí que está muy bien dirigido y ambientado; y la trama, sin llegar por supuesto al nivel de las anteriores citadas, creo que tiene interés y está bien contada, aunque me habría gustado que tuviera algo más de ritmo.

La banda sonora de Thomas Newman también me ha gustado mucho pero estoy de acuerdo con una cosa que dice Conrado. La música tarda en aparecer, de hecho es que casi no hay música en la primera hora de película, muy poca. En cualquier caso, por un lado está muy bien ese tema con cuerdas que ayuda mucho a crear tensión en varios momentos del filme, aunque este tema permanece casi invariable en las varias veces que aparece en la película y, sin embargo, en los créditos tiene una versión con coros masculinos muy interesante. Es una pena que se haya quedado ahí y no se haya aprovechado en alguna secuencia. La parte dramática es lo que más recuerda a Williams, con un estupendo tema principal que destaca en el bello final de la película. Es un notable trabajo de Thomas Newman, aunque creo que si la película se hubiese enfocado con más ritmo creo que el compositor podría haber trabajado mejor la parte de tensión, dando tal vez en algún momento un sentido de mayor urgencia e importancia a los actos del protagonista, y enraizando la música más hacia el comienzo de la película y no casi a la mitad.

Una cosa con la que no estoy del todo de acuerdo con Conrado es que la música deba siempre contar lo que no está en el guión literario (algo que parece exigir cada vez más) porque tampoco se puede decir que algunas músicas, como la ambiental, los momentos de tensión, enfáticos, etc, no tengan su relevancia y razón de ser. De hecho me parecen de gran importancia en películas como ésta porque ayudan mucho a agilizarla, a mantener al espectador dentro de la película o a que entienda mejor el contexto (también a que lo vea de una determinada manera) ya cuente la música algo o no (aunque por otro lado es que lo ambiental muchas veces aporta cosas que no están en las imágenes, no hablo ya de esta película sino en general). Pero en esta película, si se quitara la música ambiental y de tensión creo que también perdería bastante (el espectador podría ver las imágenes con mayor indiferencia y a veces puede ser importante subrayar ciertos elementos, algo que considero que hace aquí bastante bien Thomas Newman), aunque sea una música no narrativa. ¿Qué más tenía que contarnos Thomas Newman?. Es obvio que no todas las películas son “Psycho”, ni todas necesitan que la música explique tantísimas cosas (y por no explicar algo que no está en el guión no me parece que una banda sonora sea necesariamente inferior a otra que sí lo hace, aunque esto último habría que matizarlo mucho). Éste creo que sería un tema de gran interés a debatir en el ágora. ¿La música debe siempre tratar de contar cosas que no están en el guión literario? ¿El no hacerlo supone que la banda sonora es inferior a las que sí lo hacen?
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RESPUESTAS A ESTE COMENTARIO
Usuario: Conrado Xalabarder
Fecha de publicación: 08.12.2015
¡Por alusiones! :-D

Yo no he dicho que "la música deba siempre contar lo que no está en el guión literario", en absoluto. Me he limitado a decir que aquí, no aporta nada adicional, como tú mismo has explicado tan bien.

En realidad mi comentario sobre eso es más descriptivo que "crítico". Simplemente lo mencionaba. Y por supuesto es algo que puede ser suficiente, una música "dérmica".

Tomo nota literal de tu propuesta para el ágora y lo paso en breve!
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Usuario: (ignus) Ignacio Marqués Cuadra
Fecha de publicación: 08.12.2015
Es verdad que el comentario es más descriptivo y que eso no lo has dicho, he sido un poco tergiversador. Pero el comentario también da un poco a entender que esas músicas, por no ser explicativas no son tan interesantes o importantes en la película, por no aportar algo que no esté en el guión (tal como está escrito parece que le das más importancia a eso que a que las músicas aporten tensión o énfasis, que es verdad que también dices que son positivas para la película). Pero mi pregunta es ¿hasta qué punto la música debe contar lo que no está en el guión? Porque enfatizar, ambientar o crear tensión con la música tampoco lo está, y como digo, en muchas películas me parece que hacer esto es muy importante. No me parece que todo deba ser explicar y explicar. Pásalo al ágora, claro. Te había escrito un correo por si querías que lo redactara de otra forma, pero si te parece bien así adelante.
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Usuario: FeisalJarre
Fecha de publicación: 24.10.2015
Estupenda partitura de Newman, que hace doblete otoñal de altura con esta película y Spectre. Aquí le pasa lo mismo que a Giacchino con Jurassic World, que tiene que lidiar con la alargadísima y pesada sombra de John Williams. Newman saca todo su repertorio de sonoridades ambientales, que tan buenos resultados le ha dado siempre con Mendes, y logra estar a la altura del desafío. Como dice Conrado, el sonido Williams se deja sentir y en ocasiones hasta parece que la propia mano del maestro está detrás, especialmente durante los primeros temas, pero luego Newman logra destacar y quitarse un poco de encima la influencia. Su partitura está llena de claroscuros, tanto para retratar la atmósfera opresiva de sospechas de la época (el tema \"Sunlit Silence\") como para incidir en la odisea del protagonista en ese mundo de matices grises (\"The Wall\", \"West Berlin\"). El personaje de Tom Hanks tiene su leitmotiv que remarca la honestidad y la honradez del héroe en ese mundo (el corte \"Standing Man\"). Newman tiene su mejor momento en el tema \"Glienicke Bridge\", que parece ser el clímax de la pelicula, un tema absolutamente brillante, emotivo y que sobresale sobre todos los demás por su fuerza y la carga emocional que atesora. Newman probablemente no haya llegado a las cotas a las que hubiera llegado Williams (quién sabe), pero ha resuelto con nota la papeleta, demostrando tablas y experiencia con una partitura de altura, que utiliza una rica paleta de sonidos a medio camino entre su propio estilo y el sonido más puramente Williams. Gran trabajo y posiblemente de lo mejor del año.
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