Adaptación de la novela de John Le Carré sobre un agente británico a quien se le encarga la misión de descubrir un topo infiltrado entre las altas instancias del Servicio.
El compositor entra en el género del cine negro y el thriller con una partitura en la que aprovecha los códigos habituales del género pero los lleva a su propio territorio, tan personal: así, la calidez y moderada melancolía de su tema principal, que evoca -solo es una referencia- obras como Chinatown (74) o algunas de Mark Isham para filmes similares, le sirven para establecer el ambiente característico y reforzar la sensación de soledad frente al peligro del protagonista. Esta música es abiertamente contestada por otra más oscura y nebulosa, sustentada en varios temas que, unidos, adquieren fuerza y que enturbian el ambiente, quitando oxígeno. Finalmente, hay otra música destinada a las acciones que se muestra decidida y enérgica. Todo ello, sólidamente estructurado y con un moderado color amargo.